Britney Spears tiene una licencia para gozar de su libertad.
El jurado permaneció en un punto muerto el martes en la votación para decidir si la cantante era culpable o no de conducir sin una licencia válida. El juicio fue anulado, los fiscales dijeron que no intentarían continuar con el asunto y Spears quedó libre de antecedentes penales cuando el juez desechó finalmente el caso.
Diez de los 12 integrantes del jurado votaron en favor de una exoneración absoluta para Britney Spears, que nunca se presentó en la corte. Su abogado J. Michael Flanagan se declaró victorioso y criticó a los fiscales por llevar a juicio un asunto de una multa sólo porque su clienta es famosa.
Pero el vicefiscal de la ciudad de Los Angeles afirmó que Spears era culpable de que el caso hubiera llegado tan lejos, pues rechazó dos solicitudes para llegar a un acuerdo: una que contemplaba libertad provisional y otra en la que hubiera tenido que pagar una multa de 1.000 dólares. Flanagan ha dicho que la cantante luchó contra los cargos para mantener su expediente limpio.
El jurado tampoco pudo llegar a un acuerdo el martes, incluso después de que el juez Tribunal Superior de Los Angeles diera autorización a los abogados de que presentaran argumentos finales por la mañana.
El jurado tuvo dificultades con el juicio desde que volvió a las deliberaciones el lunes, e informó al juez que no podían llegar a una decisión unánime tras cinco votaciones realizadas desde el viernes.
Steele les agradeció por sus servicios y puso fin al juicio. Unas horas más tarde los fiscales le informaron que abandonaban el caso, por lo que el juez lo desechó.
Gary Moy, el presidente del jurado, dijo la tarde del martes que le parecía que los fiscales hicieron todo lo posible para acusar a Britney Spears, pero que esto no convenció a la mayoría de sus compañeros en el jurado, que pensaban que el caso era una pérdida de tiempo. Moy agregó que pensaba que algunos integrantes del jurado apoyaron a Spears por su fama.
La artista de 26 años enfrentaba una pena de cárcel y una multa de haber sido hallada culpable.
Durante el juicio hubo destellos de la vida privada de Spears. Uno de los testigos de los fiscales era un paparazzi y declaró al jurado que la cantante había intentado escabullirse de su casa en el camión de un jardinero, pero que él la había descubierto entre las plantas.
El jurado permaneció en un punto muerto el martes en la votación para decidir si la cantante era culpable o no de conducir sin una licencia válida. El juicio fue anulado, los fiscales dijeron que no intentarían continuar con el asunto y Spears quedó libre de antecedentes penales cuando el juez desechó finalmente el caso.
Diez de los 12 integrantes del jurado votaron en favor de una exoneración absoluta para Britney Spears, que nunca se presentó en la corte. Su abogado J. Michael Flanagan se declaró victorioso y criticó a los fiscales por llevar a juicio un asunto de una multa sólo porque su clienta es famosa.
Pero el vicefiscal de la ciudad de Los Angeles afirmó que Spears era culpable de que el caso hubiera llegado tan lejos, pues rechazó dos solicitudes para llegar a un acuerdo: una que contemplaba libertad provisional y otra en la que hubiera tenido que pagar una multa de 1.000 dólares. Flanagan ha dicho que la cantante luchó contra los cargos para mantener su expediente limpio.
El jurado tampoco pudo llegar a un acuerdo el martes, incluso después de que el juez Tribunal Superior de Los Angeles diera autorización a los abogados de que presentaran argumentos finales por la mañana.
El jurado tuvo dificultades con el juicio desde que volvió a las deliberaciones el lunes, e informó al juez que no podían llegar a una decisión unánime tras cinco votaciones realizadas desde el viernes.
Steele les agradeció por sus servicios y puso fin al juicio. Unas horas más tarde los fiscales le informaron que abandonaban el caso, por lo que el juez lo desechó.
Gary Moy, el presidente del jurado, dijo la tarde del martes que le parecía que los fiscales hicieron todo lo posible para acusar a Britney Spears, pero que esto no convenció a la mayoría de sus compañeros en el jurado, que pensaban que el caso era una pérdida de tiempo. Moy agregó que pensaba que algunos integrantes del jurado apoyaron a Spears por su fama.
La artista de 26 años enfrentaba una pena de cárcel y una multa de haber sido hallada culpable.
Durante el juicio hubo destellos de la vida privada de Spears. Uno de los testigos de los fiscales era un paparazzi y declaró al jurado que la cantante había intentado escabullirse de su casa en el camión de un jardinero, pero que él la había descubierto entre las plantas.
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